EL SAPO ES UN PRÍNCIPE. Y VICEVERSA
José Ovejero Editorial Funambulista |
Hacemos leer cuentos de hadas a los niños para que aprendan a distinguir el bien del mal y extraigan enseñanzas sobre problemas existenciales.
¿Pero qué ocurriría con tales valores si le diéramos la vuelta a esos mismos cuentos? José Ovejero —escritor iconoclasta donde los haya— nos ofrece aquí un ramillete de estos cuentos de "los de toda la vida", y lo hace en una clave políticamente incorrecta, llena de ironía y de espíritu paradójico.
Estos nuevos cuentos desaforados de príncipes, sirenas, genios de la lámpara y peces dorados suponen algo más que una humorada en la obra proteiforme del escritor, o una atrevida incursión en la cuentística tradicional (sin duda le habrían causado un buen quebradero de cabeza a Bruno Bettelheim, autor del conocido libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas): son historias que, aprovechando que nos hacen reír (y no poco), nos empujan a reflexionar.
Un puro gozo literario pues de inteligencia y de humor en la línea de la gran tradición europea de un Dino Buzzati o un Roald Dahl.
"Érase una vez una adolescente de un país nórdico de cuyo nombre no hace ninguna falta que nos acordemos. Tampoco merece la pena averiguar cómo se llamaba su ciudad, y ni siquiera sería necesario saber cómo se llamaba la adolescente: era eso, una adolescente, es decir, no era tan feliz y optimista como fingía ser cuando estaba con un grupo de amigos, ni tan desgraciada como habría parecido cuando se la veía con su familia..."
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